Fuímos mas que amigos
Una especie de simbiosis,
Simbiosis entre madre e hijo
Que hoy ha separado, el degollante destino.
Anhelos, Sueños
Risas, desvelos;
Teníamos lo necesario, lo perfecto
Para unirnos en el tiempo.
¿Destino? ¡Que paradoja!
¿Causa y consecuencia?
¡Que suerte desastrosa!
Hoy Extraño tu presencia.
Y por mas que vea tu silueta
Acompañada de tus miradas discretas,
La ausencia de tu cariño me da pena;
Ya no eres lo que eras, ni soy lo que esperas.
¿amiga? ¿conocida?
¿compañera? ¿Vecina?
nada es real, solo es fantasía
iluso por mayor, ¡Estupida despedida!
Yo determino el destino de mi propia vida, ya no me importa lo que digan, se a donde voy de donde vengo y en donde estoy, se a quien querer a quien matar y hasta por quien vivir, por eso soy asi, asi naci y asi vivi, solo le pido a Dios dejarme existir...
miércoles, 7 de abril de 2010
domingo, 4 de abril de 2010
Un amor que no fue
Caminaba junto a ella
Ella junto a mi,
El destino fué cruel
La vida me fué infiel.
Maldito destino, maldita suerte
Pensar que te tenia tan cerca;
Te me fuiste para siempre
Y yo ahora sin poder revivirte
En esta puta acera.
¿Por qué ella dios!? ¿Por qué no fui yo?
Cuestiono entre mis lagrimimas cuan si fueran navaja
Que aun siendo recien salidas, parecen heladas
Entonces en silencio me resigno: "adios amor".
Nos prometimos miles de fantasias
Nos prometimos mas que ver el dia,
Ahora te admiro tristemente
Te lloro por culpa de la maldita muerte.
Y veo algo, encuentro un sobre
Entre tus recuerdos y cartas de viejos amores;
¿Acaso es posible!? ¿Acaso es verdad?
¿Me amabas y justo ahora te me vas!?
Vacio, triste y oscura mi vida
No hay consuelo para esta situacion:
Anhelo encontrarte en algún día,
Te sueño en mis sueños, ¡maldito sueño traidor!
Nos veremos en el cielo, o en el mas allá
Nos veremos en el infierno o donde sea, que mas dá;
Te sonrio desde mi fantasía, desde mi realidad
Espero ese rencuentro, para que veas lo que dejaste
mientras tanto me quedo junto a esta, mi mísera soledad.
Ella junto a mi,
El destino fué cruel
La vida me fué infiel.
Maldito destino, maldita suerte
Pensar que te tenia tan cerca;
Te me fuiste para siempre
Y yo ahora sin poder revivirte
En esta puta acera.
¿Por qué ella dios!? ¿Por qué no fui yo?
Cuestiono entre mis lagrimimas cuan si fueran navaja
Que aun siendo recien salidas, parecen heladas
Entonces en silencio me resigno: "adios amor".
Nos prometimos miles de fantasias
Nos prometimos mas que ver el dia,
Ahora te admiro tristemente
Te lloro por culpa de la maldita muerte.
Y veo algo, encuentro un sobre
Entre tus recuerdos y cartas de viejos amores;
¿Acaso es posible!? ¿Acaso es verdad?
¿Me amabas y justo ahora te me vas!?
Vacio, triste y oscura mi vida
No hay consuelo para esta situacion:
Anhelo encontrarte en algún día,
Te sueño en mis sueños, ¡maldito sueño traidor!
Nos veremos en el cielo, o en el mas allá
Nos veremos en el infierno o donde sea, que mas dá;
Te sonrio desde mi fantasía, desde mi realidad
Espero ese rencuentro, para que veas lo que dejaste
mientras tanto me quedo junto a esta, mi mísera soledad.
viernes, 2 de abril de 2010
Aquella mañana
Abrazaba fuerte el frío aquella mañana,
Las rosas en sus lechos yacían lozanas
Y los muertos, en silencio, escuchaban.
La gente, indiferente, por delante pasaba
Ignorando que aquella fría mañana
Un triste fin en nuestras vidas marcaba.
Yo hablaba de mi y de cuánto te amaba
Más al oír de mi amor de mí te burlabas,
Cortando así mi corazón en dos tajadas.
“Pero yo no te amo, y jamás te di alas.
Es más, todo este tiempo yo solo jugaba.”
Y soltabas otra vez tu maldita carcajada.
Un antifaz de asombro cubrió mi cara.
No podía ser verdad lo que escuchaba.
¿Era esa la clase de mujer que yo amaba?
Te respondí entonces, dándote la espalda:
“Cometí un gran error y caí en tus garras.
¡Tienes linda la cara pero negra tu alma!”
Me fui entonces, triste, ocultando la cara.
Dejándote con tu burla, sola y abandonada.
Y no vi como, dulcemente, por mi llorabas.
Arreciaba violento el frío aquella mañana,
Las rosas, tristes, lentas se marchitaban
Y los muertos en el silencio dormitaban…
Las rosas en sus lechos yacían lozanas
Y los muertos, en silencio, escuchaban.
La gente, indiferente, por delante pasaba
Ignorando que aquella fría mañana
Un triste fin en nuestras vidas marcaba.
Yo hablaba de mi y de cuánto te amaba
Más al oír de mi amor de mí te burlabas,
Cortando así mi corazón en dos tajadas.
“Pero yo no te amo, y jamás te di alas.
Es más, todo este tiempo yo solo jugaba.”
Y soltabas otra vez tu maldita carcajada.
Un antifaz de asombro cubrió mi cara.
No podía ser verdad lo que escuchaba.
¿Era esa la clase de mujer que yo amaba?
Te respondí entonces, dándote la espalda:
“Cometí un gran error y caí en tus garras.
¡Tienes linda la cara pero negra tu alma!”
Me fui entonces, triste, ocultando la cara.
Dejándote con tu burla, sola y abandonada.
Y no vi como, dulcemente, por mi llorabas.
Arreciaba violento el frío aquella mañana,
Las rosas, tristes, lentas se marchitaban
Y los muertos en el silencio dormitaban…
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